domingo, 11 de mayo de 2008
Demasiados días sin escribir nada. Demasiados días sin probar los placeres de las mesas de los muchos restaurantes que llenan esta ciudad, que explota en primavera cómo ninguna otra. Tal vez es momento de sacar fuerzas de flaqueza y lanzarnos a probar alguna de esas delicias que la ciudad nos ofrece...aunque sólo sea por criticar.
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